¡Ay amor!.
Traidor coronel
que yo serví en cien batallas.
Fuiste mi maestro
y mi alumno
por tierras arrogantes.
¡Ay amor!.
No quise ser tu patrón
ni ser tu esclavo.
En los inviernos… fuí tu fuego,
y en los tórridos veranos
tu abanico más honesto.
¡Ay amor!
Si dos veces yo viviera…
otra vez… te buscaría.
(De "corazon de golondrina" )
Esta vez te entiendo Inocencia. Entre todas las margaritas, una sola es la que yo busco. ¡El amor1, una y mil veces hay que creer...
ResponderEliminarEs una asociación que por sencilla me resultó brutal.
Pido desde tu blog la Capital Cultural Europea 2016 para mi ciudad.
Un beso desde Cordoba.