
y tu nombre me suena más lejano que nunca...)
Federico Garcia Lorca
Ráptame el sueño, si quieres, una noche más.
Arráncame esta batalla del corazón y el corazón mismo.
(Aún tendré el rumor del agua entre las rocas y el primer guión de los pájaros migratorios para seguir).
Reten esta agonía en mi garganta, ¡déjame muda!.
Extirpa con tus ojos todas mis esperanzas…
(Aún me quedará una flor mustia que tocaste con tus manos)
Sécate la vida si eso pretendes. Pon a tus centinelas apuntando a cualquiera que se acerque a tu cautiverio.
(Aún me quedará el trino de las aves en los pinares y un suelo de musgo por el que avanzar).
Me lo quitarás todo, todo… ¡TODO!
… Y seguiré alquilándote el cielo por el que volaba, al precio que tu quieras.
…Y seguiré sentada en tu escalera los días de sol.
…Y seguiré pidiéndote con mi alma un milímetro de la corteza de tu corazón, para grabar en el una inicial que signifique…
“estuve aquí, pero no me dejó entrar”.